Iniciativa apĂcola regional: desafĂos y oportunidades para las juventudes
Un aspecto muy importante de las abejas nativas y las abejas europeas Apis mellifera en la PenĂnsula de Yucatán y en general el resto del mundo, es la labor que realizan como polinizadoras de cultivos y de la flora silvestre (Villanueva y Colli 1996). El manejo de las selvas de Quintana Roo para conservar la riqueza florĂstica que posee, sin duda aporta al mejoramiento de la situaciĂłn de la apicultura en la regiĂłn, de esta forma las abejas obtienen recurso alimenticio necesario durante las diferentes Ă©pocas del año, principalmente la Ă©poca más seca (marzo-mayo), en la cual las abejas dependen esencialmente de las especies arbĂłreas para su subsistencia (Villanueva G., 1995). La miel de las selvas quintanarroenses, goza de gran prestigio nacional e internacional, ya que se caracteriza por tener su origen en floraciones Ăşnicas, como son tajonal (Viguiera dentata), chechem (Metopium brownei), tsiitsilchĂ© (Gymnopodium floribundum), chaká (Bursera simaruba), kaan-chunub (Thoninia canesceras), sak-piixoy (Trema micrantha), tzalam (Lysiloma latisiliquum), entre otras (Villanueva 2001).
Iniciativa ApĂcola Regional (IAR), mecanismo que promueve la participaciĂłn de las juventudes en la actividad apĂcola y al mismo tiempo el reconocimiento como sujetos de cambio dentro del territorio.
La Iniciativa ApĂcola Regional (IAR) tiene como propĂłsito impulsar la generaciĂłn de condiciones que permitan una participaciĂłn activa de las juventudes dentro de sus comunidades rurales para que, en torno a la actividad apĂcola, se sensibilicen sobre la importancia de compartir la responsabilidad en el cuidado del territorio y complementen sus propios medios de vida.
En el 2018 se inicia la travesĂa con el CCMSS y la primera generaciĂłn de mujeres y hombres jĂłvenes aspirantes a apicultores, continua en el 2020 con una segunda generaciĂłn, en donde se reafirman compromisos y liderazgos, por medio del establecimiento de acuerdos de corresponsabilidad, confianza y solidaridad. Además, en reciprocidad se comprometen a capacitarse, cuidar de las colmenas y devolver una parte del capital semilla para crear un fondo de recuperaciĂłn que beneficie a más grupos jĂłvenes.
En la IAR han participado juventudes de 10 comunidades del municipio de JosĂ© MarĂa Morelos en Quintana Roo: Candelaria, Cafetal Grande, Corral, DziuchĂ©, El Naranjal, Kankabchen, La Esperanza, Puerto Arturo, Rancho Viejo y San Felipe Oriente.
- Participando 87 jĂłvenes, 35 mujeres y 52 hombres.
- Se instalaron 15 apiarios colectivos y 14 integrados por uno o dos jĂłvenes.
- Cerca de 10 toneladas de miel cosechadas del 2019 al 2022.
- Cinco promotores apĂcolas, acompañantes cercanos de sus compañeros y compañeras apicultoras.
En este proceso participaron como aliados locales la Cooperativa U Lool Ché, que con su personal técnico brindó las sesiones de capacitación teórico-práctico a las juventudes en cada una de sus comunidades, también para que como organización local cobijara a las y los nuevos jóvenes apicultores; y regionales se contó con EDUCE Cooperativa para que capacitara en temas de certificación orgánica y trazabilidad de la miel. Asimismo, el CCMSS a través de su estrategia de participación (EIPA) trabajó temas como organización, participación y liderazgos, gestión territorial todo con enfoques de género, intercultural e Intergeneracional.
Apicultura, actividad que abre paso a las juventudes
“Los colectivos de la comunidad ahora tienen una nueva perspectiva de desarrollo, ahora somos jóvenes con una iniciativa de cambio de mentalidades sobre el manejo de la abeja, el cuidado de la selva, fauna silvestre, un mayor arraigo a nuestra comunidad y orgullo de nuestra cultura maya”. Oscar Giovani Balam Canul, joven promotor de la IAR.
Se considera que la edad media de los apicultores es de 47 años (GĂĽemes et al. 2003) este dato en el contexto, supone que las y los jĂłvenes se han visto obligados a abandonar la actividad al trasladarse, principalmente, a las zonas turĂsticas del estado para vender su fuerza de trabajo ya que el precio pagado por la miel les resulta poco atractivo y escaso para cubrir necesidades básicas.
Para practicar apicultura no se requiere de grandes extensiones de terrero, ni gozar de derechos ejidales pues, en un mecate (área de 400 metros cuadrados) se puede establecer un apiario con cinco colmenas e iniciar con la práctica de la actividad. Las y los jóvenes que han establecido apiarios, pasan por un proceso de gestión del terreno, que en muchos casos inicia por preguntar a la familia, a quien goza del derecho ejidal. Es asà que el familiar ejidatario presta o renta una porción de su terreno para el apiario y la da a conocer a las autoridades de la comunidad y el ejido para que avalen esa decisión y se evalué que la actividad en el área designada no causara daños a terceros.
En la actualidad, la apicultura acarrea problemas derivados de manejos inadecuados, contaminaciones y los efectos del cambio climático como inundaciones severas (Gracia 2020), sequias y poca floraciĂłn, es asĂ que las y los apicultores que se inician en la actividad se enfrenten a un cĂşmulo de dificultades. Para hacer frente a este escenario es necesario que la apicultura tradicional se transforme, implemente tecnologĂa, se reinvente y para ello hay que voltear a ver a las juventudes de sus comunidades, quienes se adaptan con mayor facilidad a la implementaciĂłn de nuevas tecnologĂas en los procesos productivos para facilitarse las tareas. Es importante que se reconozca y visibilice a las mujeres y hombres jĂłvenes de cada comunidad que son capaces de generar cambios en su familia y por ende es un comunidad y territorio.
El territorio, la apicultura y las juventudes en el municipio de JosĂ© MarĂa Morelos

Las abejas y los apicultores tienen una buena reputaciĂłn en el municipio, son considerados personas valientes que realizan una actividad valiosa para la comunidad.
En JosĂ© MarĂa Morelos, la apicultura representa una de las principales actividades productivas, que, en combinaciĂłn con otras actividades como la agricultura, se vuelve el modo de vida de muchas campesinas y campesinos mayas de la regiĂłn. Es una actividad que ya forma parte de la cultura, se ha producido una miel de calidad y sabor Ăşnicos, favorecida por el estado de conservaciĂłn en que se encuentran los montes del municipio. Sin embargo, el sistema tradicional de producciĂłn de miel, está dejando de ser rentable o sostenible, la contaminaciĂłn por el uso de agroquĂmicos ha disminuido drásticamente las poblaciones de abejas Apis Mellifera, son cada vez más dĂ©biles y vulnerables y su productividad ha caĂdo en los Ăşltimos años. Como resultado las y los apicultores se ven forzados a cambiar sus tĂ©cnicas tradicionales e implementar nuevas prácticas para el manejo de apiarios.
Ante este panorama la Iniciativa ApĂcola Regional, ha representado para las comunidades, apicultores tradicionales y nuevas(os) apicultoras(es) jĂłvenes un reto que implica aceptaciĂłn, reconocimiento y cambio. Les invitamos a ver y escuchar el testimonio de las juventudes en esta nueva travesĂa de reconocimiento y visibilizaciĂłn de sus conocimientos, capacidades y compromiso con ellas/ellos, con sus comunidades y sus territorios.
